En el barrio de
Ballard de Seattle, hay un enorme centro comercial con un extraño agujero en el
centro del edificio. Dentro de este hueco se encuentra una pequeña casa, con
una historia sorprendente que algunos dicen que inspiró la película de Pixar:
UP.
Edith Macefield no
fue una anciana “estándar”. A sus 84 años de edad, vio que su pequeño y peculiar
barrio de Ballard se volvía cada vez más aburguesado. Las casas antiguas
estaban siendo reemplazadas por boutiques ycentro comerciales gigantescos.
Cuando los arquitectos llamaron a su pequeña casa con intenciones de arrasarla y
construir un centro comercial, Edith hizo gala de su integridad y se negó a
venderla, incluso después de que le ofrecieron un millón de dólares.
Cuando se le
preguntó por qué no iba a vender, su respuesta fue simple:
¿Dónde puedo ir? Yo no tengo familia y esta es mi
casa. Mi madre murió aquí, en este mismo sofá. Volví a América desde Inglaterra
para cuidar de ella. Me hizo prometer que la dejaría morir en casa y no en un
asilo, y me quedé con esa promesa. Y aquí es donde yo quiero morir. Justo en mi
propia casa. En este sofá.
Los arquitectos no tuvieron
más remedio que construir alrededor de la casa. Finalmente Edith forjó una
amistad con el jefe de la construcción, Barry Martin. Este cuidó de Edith,
recogió sus medicamentos, sus alimentos. Cuando empezó a notar que Edith perdía
sus fuerzas, fue él quien la llevó al hospital y se sentó con ella cuando descubrió
que tenía cáncer de páncreas.
Cuando Edith
falleció a la edad de 87, todo el mundo descubrió que ella había hecho algo
completamente inesperado: había cedido su casa a Barry.
Ahora, Edith se ha
convertido en una heroína popular, inspirando a la gente a hacerse tatuajes de
la pequeña casa, una casa que ha sido cuidadosamente remodelada. Los planes están
en las obras para levantar una casa y añadir una plaza pública a continuación,
con aguas que fluyen y un jardín. Incluso un festival de música ha surgido
alrededor de Edith acto de desafío.
Es discutible si la
pequeña casa en Ballard fue la verdadera inspiración para UP, pero la historia
de Edith Macefield ha dejado un legado inspirador por cuenta propia. Un ejemplo de integridad y coherencia.